Porque reduce ambigüedades: el color permite reconocer el estado al instante (prioridades, advertencias, confirmaciones) y el texto aporta el detalle exacto —número, código o instrucción— sin ocupar espacio en la HMI ni depender de que alguien abra una pantalla específica. Esto se traduce en menos errores de interpretación, respuestas más rápidas y una comunicación estandarizada en toda la línea. Con IO-Link/Modbus, el PLC puede actualizar mensajes y colores en tiempo real según la lógica del proceso o condiciones del equipo; y con Pro Editor en modelos discretos, puedes preconfigurar comportamientos (mensajes, transiciones, temporizaciones) para dejar el dispositivo listo para producción, simplificando cambios, capacitación y mantenimiento.